Es en serio, llevo más de quince años enseñando a mi gato a ladrar. Con decisión y mucha perseverancia sigo empeñado en mi propósito. Yo sé que eso lo mejor para mi gato y no me desanimaré fácilmente. Tengo la completa seguridad de que mi felino, cuando por fin aprenda a ladrar, será una completa maravilla. Cuando lo logre, yo seré feliz, como debe ser.
Yo merezco ser feliz y soy un ganador que emprende sus batallas con la certeza de ganarlas ya que desde pequeño aprendí que no puedo rendirme ni renunciar. Eso es de cobardes y fracasados.
Mi gato ladrará puedes tenerlo por seguro.
Sé que mientras me lees debes pensar que es un absurdo mi planteamiento. Y tienes razón, pero es muy cierto que por más de quince años intenté que algo parecido sucediera. Al final, nunca ladró y yo me vi obligado por la dura realidad a tirar la toalla.
¿Qué aprendí en estos quince años…? Deseo compartirlo contigo a ver si andas en lo mismo, o tienes la tentación de caer en estos «insólitos» propósitos. Ojalá te simplifiques la vida y te ahorres energías y malos ratos.
– Hay cosas, animales y personas que son como son y debo aceptarlo. Si tengo un gato puedo aprender a disfrutar de sus maullidos, pero si lo que quiero es un perro, debo dejar tranquilo al gato e ir por un perro. Lo que no esta bien es que le pida a un gato que ladre por mi incapacidad de soltarlo y de no aceptar la realidad. Termino así torturando al gato y yo desgastándome. Esa es la gran diferencia entre aceptación y resignación.
– La perseverancia, como toda virtud llevada al extremo, deja de serlo. Me explico mejor: ciertamente el éxito en cualquier emprendimiento se consigue con la perseverancia. El asunto está en saber cuando la perseverancia tiene sentido o cuando la perdió. Ese es un hilo a veces muy difícil de ver.
– Aprendí que a veces la mejor manera de ganar es retirándome, rindiéndome, renunciando. Aprendí que los fracasos no existen, sino que son resultados no esperados o que nos propusimos absurdos por conquistar y que solo el camino nos lo podía develar.
Mi gato hoy es feliz siendo gato. Y yo ando muy a gusto con mi perro.
Todo lo dicho en este escrito se ve muy fácil como lo muestro. Casi que es irrelevante por lo obvio… Pero me tomó quince años… quince años!!! Quince años de ceguera donde no veía con claridad eso que te muestro hoy, y sin ánimo de jugar al que lo sabe todo, pudiera asegurar que tú mi apreciado lector, tienes algún gato en algún lado buscando que ladre por alguna de las razones que anteriormente expliqué o por una aún más poderosa, si, más poderosa que aún no te he mostrado… por el MIEDO a asumir esas verdades que nos tiran contra el piso y que nos quieren hacer despertar a pesar de nuestra terquedad.
Miedo a cambiar, miedo a reconocer que te equivocaste, miedo a lo que vendrá, miedo a decir que ya no quieres un gato, miedo a las consecuencias de salir de esa ignorancia cómoda disfrazada de la valentía y coraje del más feroz de los gladiadores, miedo a pasar por el dolor de aceptar que cuando las cosas terminan, terminan.
Si, miedo!
Discúlpame si te he movido el piso, pero perseverar no siempre será la salida, menos aún cuando una retirada a tiempo es lo más certero.
Si este escrito te ha producido alguna iluminación, alguna reflexión, si te ha permitido ver algo mas claramente, me gustaría saberlo. Déjame tu comentario aquí abajo que yo mismo te lo responderé.
Mi gracias Eduardo, por conservarme en tu lista de correos, pese a que el año pasado casi no te leí. Al leer éste artículo «Tengo un gato que no quiere ladrar», me sentí muy estúpida…me vi reflejada en él!!!
El pasado año lo desperdicié en ese empeño de …luchar por cosas absurdas que debía haber dejado fluir. Mil gracias mi amado maestro, feliz 2017!!!
No estuve muy activo en este medio, pretendo retomarlo.
Besos muchos
buenos días excelente manera de aprender y reflexionar por medios de sus escritos,me alegra saber que persona tan exitosa como usted nos brinden estas hermosas herramientas para seguir enriqueciendo nuestros conocimientos y realmente este escrito me ha tocado, solo espero que Dios lo siga bendiciendo… Muchas gracias
Eduardo, que maravilla haber encontrado tu blog,
Me paso lo mismo, estudiaba algo que no me gustaba,
detestaba cada dia ir a la universidad e hice de todo
para hacer que «me gustara» y en eso pase 5 años,
ahora ni siquiera lo ejerzo, deje de pedirle al gato que ladrara,
la frase que mas me gusto fue:
«Aprendí que a veces la mejor manera de ganar es retirándome, rindiéndome, renunciando. Aprendí que los fracasos no existen, sino que son resultados no esperados o que nos propusimos absurdos por conquistar y que solo el camino nos lo podía develar.»
Saludos
Me impacta leerte. Gracias por ser vitamina para mi.
Dios te bendiga por esa poderosa reflexión, lo difícil muchas veces es tener esa sabiduría para discernir cuando lo más sabio es la retirada
Gracias John Espero poder mantener lúcida esa sabiduría
Saludos
jajjajaa buenisimo .. saludos Eduardo. Luego de leer (dos veces) el articulo, me quede mirando el techo, como un perro, con la cabeza medio inclinada y la lengua afuera, jadeante. Con un lapiz trataba de matar algunas pulgas (que me dan cierto trabajo), y medio molesto … ladré !!. varias veces y con fuerza GUAU .. GUAU … dije .. y me salió claro y fuerte. Debo confesarte que la pregunta que llego a la cabeza fué: ¿y si yo soy el gato?. En nuestra labor cotidiana tratamos de enseñar a gatos a ladrar … y muuchas veces nos empeñamos en LADRAR nosotros !!. … Tal vez he aprendido a ladrar, luego de mucho esfuerzo y gasto .. pero identificar nuestra escencia, nuestra habilidad, nuestro espíritu y alinearlo a nuestros pensamientos e incluso, cuerpo .. nos hará transparentes, honestos …. para este gato, maullar siempre será más fácil … incluso sabiendo ladrar !!!. Recibe un abrazo … y bendiciones.
Caramba Leonardo… que buena fumada 🙂
un gran abrazo
Gracias Eduardo, te sigo hacen varios años, leo tus articulos y valoro las enseñanzas de vida, en muchos encuentro motivacion e ideas en otros me veo reflejado y recuerdo vivencias que me ha enseñado la vida dia tras dia… un abrazo afectuoso desde chile.
Saludos. Gracias por esa luz. Estoy cansada de tratar de hacer volar a un pez. Solo hay que conservar los buenos recuerdos y ya. Gracias de nuevo.
Gracias Liñiana
Excelente tema. Totalmente cierto… Gracias por compartirlo… Muchas bendiciones.
Gracias Yenna. Feliz Navidad
Buen día. Sumamente acertado el escrito. El retirarse de algo o de alguien cuando no se ven los resultados que se aspiran, no significa la derrota, sino un acto de valentía y también significa darte la oportunidad de experimentar nuevos retos.
Así mismo, hay muchas cosas que se dan por sí mismas, simplemente porque están destinadas para uno. Por supuesto hay que trabajar por lograr los sueños, pero hay situaciones que uno sueña y no convienen, entonces lo adecuado es abondar y empezar nuevas experiencias. Saludos.
Gracias por escribir Yasmin
Aprecio tu comentario
Aveces nos cuesta trabajo entender o querer darse cuenta de las cosas que nos acontecen durante nuestra vida, hay reflexiones que llegan a lo mas íntimo de nuestro ser, gracias por estos mensajes que tanto nos ayudan
Nos cuesta verlos hasta que las consecuencia de la ceguera nos toca en la nariz
Saludos María Teresa
Saludos cordiales, trasladando su reflexión a otro contexto, en este caso al área de los recursos humanos, muchas veces bajo el empeño de asignar cargos a colaboradores que no reúnen el perfil de competencias ideal para desempeñar una determinada labor; se ven después con mucha preocupación y decepción las consecuencias de esas decisiones tomadas, que generan igualmente desgaste a los responsables de dichas acciones.
Cuando lo ideal sería buscar el candidato idóneo o el que más se aproxime al perfil del cargo. Y haciendo una analogía con su referente del «gato que no quiso ladrar»; Así sucede muchas veces con las personas, que por más capacitación que reciban, no logran manifestar cambios en sus actitudes.
Muy cierto Belkys, aun se selecciona personas por créditos académicos.
Pronto habrá de cambiar
Saludos
Gracias, espero poder el año que viene integrarme a tu grupo de lideres.
Soy Trainner en PNL, psicoterapeuta Gestalt y consultor organizacional bajo enfoque Gestalt, así que conplementAré mis herramientas con tus enseñanzas. Un abrazo
Gracias Eduardo, sin lugar a dudas que se nos hace difícil soltar ese gato que cada vez que intentamos hacer que ladre su maullo es mas agudo. En este tipo de situaciones resulta aún más difícil abandonar la batalla cuando se disfruta en creer que sera posible lograr el objetivo. Has inspirado en mi una visión distinta de las situaciones que por años me han tenido atado, creyendo que los resultados serán un cumplimiento de mi capricho.
Gracias Eduardo por darme herramientas para mi dia a dia.
Saludos,
Tania
Qué bueno Tania que te sirven y las usas. Me animas. Abrazos.
Muy bueno, Eduardo! Hoy justamente hablaba algo relacionado con esto con una colaboradora en mi equipo. El empecinamiento no nos deja disfrutar y aprovechar lo gatuno del gato o lo perruno del perro (siguiendo tu símil 🙂 que me encantó )
Abrazos!
Qué bueno saber de ti. Te recuerdo con muchísimo cariño.
Gracias por tu comentario.
Mi abrazo para ti
Me encantó la manera en que lo expresó, yo tengo un gato!! y por seis meses estaba esperando que ladrara, hace unas semanas comprendí lo que dice en este artículo, sentí un gran alivio al hacerlo , me quité un gran peso de encima… aún trabajo en aplicarlo.
Considero que es muy cierto lo que dices, ya que muchas veces nos atamos a personas, momentos y circunstancias las cuales lo único que hace es hacernos daño y aferrarnos a algo que no tiene salida, soy una persona que a aprendido a ver que las circunstancias sedan por alguna razón, con la perdida de mis padres aprendí que la vida esta llena de cambios y lo importante de ellos es aprender a aceptarlo por que cuando lo hacemos nos damos cuenta que fue para algo mucho mejor. por eso hay que atrevernos y aceptar que las coas pasan por al pero haciendo que pasen, ya que esos cambios nos impulsan así nuevas cosas sueños y propósito. Viendo lo del Gato reflexiono y veo que el aferrarnos a lo que mas queremos solo nos causa dolor…
Esos apegos nos dan mucho dolor y soltarlos también.
Nos toda decidir.
He aprendido a ir tras lo que me de paz sostenida.
Saludos Williams
Buscaré esos gatos, pero creo ya saber donde tengo algunos.
Jajaja. Estoy seguro que si. Saludos Angelica
Muy buen mensaje para reflexionar, personalmente me considero una persona perseverante, pero la vida me ha enseñado que hay veces hay que desistir y dejar ir. Leo siempre sus mensajes y son de mucha ayuda. gracias.
Muchas gracias Lucy por leerme y por tu comentario.
La vida nos enseña hasta que nosotros aprendemos.
Cariños
La vida no es fácil, por que tenemos que quitar tantas piedras del camino para cambiarlas por triunfos y aún así es más fácil que hacer que un gato ladre; pero hay momentos que insistimos tanto por algo que no puede ser y así perdemos nuestro tiempo tan valioso; pero eso es vivir, a todos nos pasa. Adelante Sr. Eduardo, con toda sus conocimientos y experiencias para Usted debe ser fácil solucionar . Adelante y le deseo el mejor de los ÉXITOS.
Gracias Amos… mis mejores deseos para ti
Los fracasos no existen, sino que son resultados no esperados o que nos propusimos¡ absurdos por conquistar y que solo el camino nos lo podía develar. Hola eduardo soy seguidor o admirador tuyo he igual de Carlos . Vi el programa donde estuviste con carlos ayer ,esta frase es de tu articulo no la entendí o explícamela mejor éxitos…
Gracias Wladimir.
La palabra fracaso encierra un contenido de derrota que baja la estima.
La propuesta es considerar que a veces los fracasos es lo mejor que podía pasar y que lo que estaba equivocado es el propósito
A veces eso pasa.
Saludos
Saludos Dr. Eduardo Marti.
Muy bueno su mensaje al igual que todos los anteriores, como siempre le escribo.
El cuento del gato que quiere ladrar, es algo como el águila que no quiere ser águila sino pollo, y se mantiene comiendo maíz junto con ellos porque la acostumbraron a que ésa era su vida. Yo he estado todo este año identificando esos miedos en mi, y gracias a mensajes como el suyo creo que voy bien encaminada. Un abrazo navideño!
Me alegra leerte y saber que vas por buen camino.
Eso es un lujo.
Mi abrazo para ti.
Creo q tengo un perro, no un gato. Solo que aún no ladra mucho y la perseverancia en este caso, si es importante. Porque ya hubo otros que lo lograron.
Lo importante es que lo tengas claro y no te engañes.
Lo mejor para ti Lex
Bueas tardes Eduardo. Muy buena reflexión. Que me ha servido para ver el gato que yo quiero poner a ladrar. En mi caso particular esta relacionado a la parte sentimental. Donde existe una persona muy especial que yo he dibujado como un reto a conseguir como sea. Mi estrategias han sido creo que muy atractativas para cualquier mujer, pero hay algo que he podido satisfacer a esta persona. Te comento que han pasado no 15 años pero si 8 años donde he soportado desplantes muy costosos en lo personal. Pero sigue siendo un reto. Y no he hallado converserme te que no soy capas. Ahora bien ella en algún momento estubo confundida con sus sentimientos hacia conmigo pero yo en ese momento le dije que fuera con calma ya que yo no podía satisfacer sus deseos ya que mi compromiso con mi actual pareja era muy serio.
Mi pregunta es simple sera que perdido ya la esperanza de conseguir algo con ella o es mas bien el miedo de perder la facultad de poder de convencimiento. O esto ya es un momento de abandonar mi propósito.
aceptación y resignación
NO será una obsesión? Solo tu lo sabes.
De eso trata este escrito
Estás claro que ha sido muy desgastan y ella ha sido sincera.
Y entonces?
Éxitos Jorge… y mucha paz
Tu artículo llegó a mi en un dia de reflexión muy importante, soy engelica y hace 5 años vivo con un hombre que aunque hace mas de 10 años esta separado de su esposa, no se ha divorciado, y yo todo este tiempo he estado esperando que el gato ladre… Quizas un ultimatun haber que pasa, o finalmente cada quien sigue por su lado, pero es muy dificil como tu mismo comentas…
Saludos , y felicidades por ese triunfo, parece que ese gato si va a ladrar…
Te deseo lo mejor Yolanda. Haz aquello que te produzca paz.
Mi abrazo para ti
Totalmente de acuerdo. Me sucedió hace 10 años. Tarde en aceptarlo y era por miedo pero cuando tomé la decisión no hubo mirada atrás y hasta el sol de hoy no me arrepiento.
Me siento satisfecha y pienso que me quité unos cuantos años de encima. De ese episodio aprendí que equivocarse no es fracasar sino un aprendizaje amargo pero que ayuda.
Excelente post.
Gracias
Desde mi rincón
AlbaM
Saludos a ese divino rincón desde donde nos escribes.
Gracias por tu testimonio
Gracias Eduardo, por sus correos, sus consejos , sus reflexiones y por ayudarnos a desarrollarnos más y ser mejores personas .
Sinceramente
Josefina Mendoza E.
Gracias también a ti Josefina por estar allí animándome
Gracias por compartir éste artículo, estoy en un momento de mi vida donde realmente estoy por conseguir un perro ya que me doy cuenta que mi gato tampoco ladra. Muy sencilla y clara manera de graficar tal situación, me resulta de gran ayuda. Saludos.
jajaja… me sacaste una sonrisa Martín.
Exitos en esa búsqueda.
No había leído algo tan cierto y a la vez tan crudo, muchas veces nos empeñamos en que las cosas sean como nosotros queremos que sean y nos empeñamos en que nuestro gato ladre, estoy de acuerdo contigo en que muchas veces retirarse un momento y replantear que es lo que realmente queremos es lo mejor para evitar frustraciones.
Gracias por compartirlo
Saludos
Que bueno Joel.
Una recomendación, lee tu escrito en primera persona. Habla de ti.
Sonará mas contundente.
Saludos
Quizás no se trate de dejar de insistir de dejar de perseverar . A lo mejor radica en modificar el observador que soy y buscar otra especie de Felino y no esperar a que ladre , dar el tiempo para que crezca y en vez de emitir un ladrido genere un sonido superior ,un rugir imponente capaz de atemorizar a cualquier otro ser. Todo depende del observador que somos y nuestra capacidad de soñar y crear con utilidad practica , es decir innovar. Agradecido por su reflexión le comparto la mía. Un abrazo de un humilde vendedor.
Roy Rizo
Valoro siempre tus aportes Roy.
Solo hablo de mi experiencia y del observador que era en ese momento.
Claro, cambió el observador y se desapareció el lio.
Un abrazo
Hola Eduardo es muy cierto lo que mencionas y la más mmmm gracioso, por ponerle un calificativo es que pasan los años y no te cae el veinte y vuelves a querer hacer lo mismo pero con otro gato, porque crees que el primero no era el adecuado. Y eso es aún más grave, a mira ya encontré el calificativo. Gracias por este tema
Me gustaría Edita que leyeras tu escrito en primera persona.
Habla de ti y tu mensaje cobra una nueva fuerza.
Gracias por tu presencia constante.
Maravilloso Mensaje, Eduardo.! Ya tengo definido cual es mi Gato al que le estoy pidiendo que ladre… Tengo trabajo por delante, decisiones por tomar, puertas que cerrar y rumbos que revaluar… Un ABRAZO.!
Fabuloso querida Karina. Eres muy valiente. Sabes que cuentas conmigo.
Gracias lalo y felices fiestas un abrazo y q dios llene de bendiciones tu año q finaliza y el q esta por venir un abrazo
muy en el fondo ese gato que queremos que ladre nonos permite avanzar pero debemos estar seguros ahora en adelante de las decisiones a tomar.gracias por elmensaje Eduardo Marti
Gracias a ti Ricardo por leerme. Feliz Navidad
Totalmente de acuerdo, lo expuesto en este escrito me llega como anillo al dedo, pues me hace reflexionar y darme cuenta aún más de que no podemos cambiar a nadie en el caso de personas y menos a un animal.
Sencillamente aceptar o cambiar la decisión que nos llevó al lugar o estar donde ya no estamos a gusto es lo más sabio.
Me da gusto , saber que todo tiene un límite y solución y que a medida que avanzamos en la vida las piezas de un rompecabezas se van engranando para darte la mejor versión de ti mismo. Y le agradezco a ver visto el programa de Fraga donde vi el carisma que ud transmite y eso me ha traído hasta acá. Gracias por Ser y Estar.
Qué bueno tu comentario Yraida y que La Vida es Hoy nos haya reunido en este espacio.
Mantendremos el contacto.