Cuando nacemos y avanzamos en nuestra infancia, somos tan indefensos e incapaces de valernos por nosotros mismos que dependemos de quienes nos crían y a ellos les damos la autoridad y el poder de definir nuestra autoestima y parada ante el mundo. Su opinión y expectativas sobre nosotros tiene muchísimo peso. Eso es lo más normal y frecuente.
A lo mejor nos tocó aprender a vivir con unos padres que fueron criticones, autoritarios y maltratadores. Tal vez sobre protectores, absorbentes y descalificadores. Tal vez ni los tuvimos, fueron ausentes. Así, sin darnos cuenta, desarrollamos un sentimiento de culpa porque fuimos inadecuados ante sus expectativas. Por lo general, esas críticas son desbastadoras y nos llenan de inseguridad.
Ya de adultos nos toca recomponernos, a veces con la ayuda de un terapeuta, para pasar de ser víctimas y convertirnos en esa persona autónoma de la que nos sentimos orgulloso. En mi caso, reconozco que me tomó años, si años de terapia y mucho trabajo para encontrar mi lugar en este mundo y liberarme de esos juicios de culpa que no me pertenecen.
Trabajar en mi sensación de satisfacción de la persona que soy y convertirme en mi mejor fans no fue fácil pero sí muy interesante. Era urgente que lo hiciera no solo por mí sino para mis hijos. Debía y quería ser un papá del que me sintiera orgulloso y ellos de mí. Quería que se sintiesen autónomos y con libertad de criterio. Que no fueran sumisos ni siquiera a mí.
También estaba exigido a ser muy distinto como Gerente y Jefe de un equipo de profesionales de alto calibre que no soportarían a un jefe intimidante. Quería convertirme en alguien sereno con la capacidad de manejar mis emociones, mis expectativas, mis juicios y desde ahí ser visionario e inspirador.
Bill Gates dijo: “Nacer pobre no es tu culpa pero morir pobre sí lo es”.
A lo mejor no tuviste los mejores padres, pero puedes convertirte en uno mejor, si te lo tomas en serio. A lo mejor no tuviste unos buenos jefes, pero te enseñaron cómo ser uno mejor. De los «malos» ejemplos de padres y jefes podemos aprender lo que no debemos hacer.
Puedes aspirar a ser un gran jefe, gerente, empresario y líder sin replicar los malos ejemplos. Puedes aspirar a ser jefe y no parecerte a los que has tenido.
Te invito a que visites www.forja.com/plio para que recorramos juntos el camino de hacerte un mejor jefe.
Si quieres seguir leyendo sobre este tema puedes ir a estos enlaces aquí mismo en lideryliderazgo.com
https://www.lideryliderazgo.com/quienes-son-lideres/
https://www.lideryliderazgo.com/¿quieres-ser-un-gerente-lider/
https://www.lideryliderazgo.com/recopilaciones-sobre-liderazgo/
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Gracias Eduardo por compartir estas líneas, antes de conocerte criticaba a esas personas tipo capataz, pero no hay nada mas cierto y es que ellos nos ofrecen la oportunidad de ser mejores personas en muchos aspectos, pues con sus actitudes negativas puedo mejorar las mías, no es tarea fácil, pero si se puede!. Gracias por el aporte. Un motivo más para mover ese rabo!
Eres una chama chevere. jejeje
Un gran abrazo