Seleccionar página

 

Cada vez que conozco a un empresario exitoso en sus negocios, no puedo dejar de preguntarle ¿cuáles han sido sus mayores secretos para llegar a donde han llegado?. Esa pregunta me ha dado grandes lecciones de vida que he usado en mis negocios y como consultor. ¿Qué mejor maestro que un empresario que ya ha alcanzado el éxito?.

Ante mi pregunta, algunos de mis entrevistados se quedan pensando un poco, como si mi pregunta los tomara por sorpresa. Otros ya lo han reflexionado y lo tienen bastante claro. La situación se les pone un poco más difícil cuando los llevo a que me den sólo tres respuestas… sólo tres secretos centrales… los más importantes.

Debo reconocer que disfruto muchísimo este juego con ellos. Observo sus caras, sus gestos y veo a esas personas indagando dentro de sí mismos. Trato de evitar que construyan respuestas retóricas o que impresionen. Cuando los percibo tratando de teorizar o dar respuestas académicas, los interrumpo para sacarlos de ese espacio y traerlos a lo mundano. En realidad no busco respuestas inteligentes ni fabricadas, quiero las respuestas que salen de las entrañas, es allí donde quiero entrar, las otras respuestas están en los libros.

Y es que quiero saber cuáles son esas claves que les han permitido conquistar el éxito a diferencia de aquellos que, teniendo las mismas oportunidades, no lo pudieron hacer.

En estos días, en uno de mis múltiples viajes a República Dominicana, conocí a un hombre que me inspiró a hacerle la pregunta. Él es Hippólito Peña, el afamado diseñador “Guayaberas”, también llamadas en Dominicana como “Chacabanas”. Ya conocía de él porque soy un fiel usuario de esa cómoda prenda de vestir, además que es una forma de honrar a mi padre quien las usaba con mucha elegancia.

Gracias a la intermediación de mi primo Alberto que vive en la ciudad, llegué a su tienda buscando comprar una de esas joyas hechas por él. Ya sabía que era el sastre de los presidentes y personalidades con sus guayaberas… ¡Yo merecía tener una!.

Para mi sorpresa, nos sentamos a conversar… cafecito en mano, disfrutamos el rato. Me atendió personalmente y empezó a mostrarme sus preferencias, me asesoró con su experiencia y terminé comprando seis piezas cuando yo iba solo por una. Además de ser un agradable conversador, excelente diseñador, también es un gran vendedor. Mi tarjeta de crédito quedó a reventar y además quedé contento.

Fueron varias horas que estuvimos juntos y muy agradable el rato, tanto que salimos de la tienda para ir a comer rico en el mejor restaurante de comida española de la ciudad. Allí rodaron las botellas de vino mientras conversábamos.

En medio de la conversación, me enteré que es uno de los mas grandes empresarios textiles de América y su fábrica es una de las diez más tecnificadas y sofisticadas del mundo; yo pensaba que su fama era solo por las guayaberas… pues no, es un exitoso empresario. http://www.hippolito.com.do

Sin duda, tenía que hacerle la pregunta que siempre hago a personas de éxito. Su respuesta no me resultó extraña, había mucha similitud con las que he ido recabando, así que parece que la cosa si funciona.

Es cierto, me resulta hasta curioso que he encontrado las mismas respuestas que me han dado mis otros entrevistados. Son bastante comunes, palabras más, palabras menos. Por lo tanto, parece que son secretos muy válidos que hay que escuchar seriamente.

Estas respuestas comunes son:

1. Estar enfocado y no disperso en varios asuntos. Ponen todas sus energías en lo que quieren y no se distraen.

2. Ser disciplinado y desarrollar rutinas y hábitos de trabajo sin hacer excepciones.

3. Quemar las naves y dar el todo por el todo. Apuestan al éxito y entienden que el fracaso no es una opción. Hace tiempo escribí sobre este tema, puedes leerlo aquí http://www.lideryliderazgo.com/137/quemar-las-naves

Además de estas tres respuestas, nunca falta la mención a la preparación y formación constante en el oficio o negocio, así como la habilidad para dirigir personas.

En el caso de Hippólito resaltó con fuerza su deseo constante de ser el número uno, no conformarse con poco y sentirse merecedor de lo bueno.

Cierro este escrito invitándote a elegir cuáles son los tres secretos que pueden guiar tus acciones, sea lo que sea. Creo que debes comprometerte con tus tres guías. El éxito en lo que haces no será por obra del azar.

Antes, clarifica en lo que quieres ser exitoso, tu proyecto de vida, tu oficio o profesión. Luego, siéntete merecedor de ese éxito y desmonta los límites mentales que te sabotean. Finalmente, define esos tres secretos motores que regirán tus acciones.

En los negocios, en las empresas, y en las funciones gerenciales, no será posible NADA sin principios rectores y sin estrategia.

¿Cuéntame cuáles son tus 3 motores?… ¿Cuál es la mejor aproximación que puedes hacer en este momento?… No tienen que estar completamente definidas pero este puede ser un buen inicio.

Para apoyarte en el desarrollo de tus habilidades gerenciales he creado la cuenta twitter @ElNuevoGerente Allí nos leemos. Sígueme y riega la voz.

Como siempre, te pido que dejes tu comentario. Sabes que los respondo todos.