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Desde que lo escuché he estado siempre pendiente de observarlo. Confieso que al principio no lo entendía… ¿Cómo es eso que el Dolor es la sombra del Amor? No es lo contrario ni la otra cara, es la sombra, es decir, que siempre va con él, que lo acompaña. Es más, como en cualquier día soleado, el Amor mientras más iluminado y encendido está, mayor es la presencia de la sombra del Dolor. Luego empecé a verlo más claramente cuando en sesiones de coaching personal varias personas, sobre todo mujeres, exclamaban que tenían miedo de amar o de enamorarse por miedo a sufrir. «Si lo amo con locura y pasión, si me entrego por completo a esta relación, voy a sufrir muchísimo después si es que se termina». Palabras más, palabras menos, es lo que suelo escuchar por allí.

Pero hasta allí llegaba mi compresión sobre este asunto: la sombra…

Más recientemente he podido verlo un poco más allá y no tengo dudas que cuando te lo muestre seguramente dirás: claro… está clarito… ¿qué es lo que no veías Eduardo? y es que hasta yo mismo lo veo claro cuando ahora te lo comento y te lo entrego ya digerido.

¿Qué pasa en la empresas, en los jefes, en las personas en general que se nos dificulta llevar relaciones abiertas, transparentes, sinceras… afectuosas? es simple, el miedo al Dolor.

Si confío en ti, corro el riesgo de doler una decepción. Si te escucho abiertamente, poniendo todo mi ser a tu disposición, puede ser que me involucre y tenga que tomar alguna acción dolorosa. Si empatizo contigo y con lo que te sucede, seguramente me meteré en tu dolor, en tus zapatos, y eso duele. Por lo tanto, es mejor no confiar, no escuchar, no empatizar, no intimar.
¿Y es que acaso el Amor no se manifiesta en esas acciones? Claro que sí. Confiar es un acto de Amor, escucharte es un acto de Amor, empatizar y estar contigo es un acto de Amor.

Veámoslo en acción en un escenario duro y violento como es la guerra y el campo de batalla. Allí es estratégico que no te encariñes con los otros soldados y los superiores pasan a ser déspotas gritones para endurecer el corazón, porque saben que muy pronto algunos caerán y los dejarán tendido en el suelo… y no puede dolerte, tienes que seguir en la batalla.

Creo que eso ayuda a entender de dónde salen muchas de esas personas secas y frías emocionalmente que se las dan de duros y firmes, ejecutivos inclementes e implacables donde la lógica y la razón es lo único que cuenta, gerentes que se muestran seguros de si mismos porque son capaces de mostrar un gran arrojo, que intimidan e infunden terror. Muchas personas que piensan que la emocionalidad en las relaciones es una manifestación de debilidad. En el fondo, esas personas padecen de un profundo miedo a sentir, de un profundo miedo a Amar, de un profundo temor a sufrir, de una incapacidad de manejar el dolor. En síntesis, es MIEDO.

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Maestro ¿Qué es el amor?
La total ausencia de miedo, dijo el Maestro.
¿Y a qué le tenemos miedo?
Al amor.

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Y aquí la cosa se complica. Resulta ser que la sombra del Amor es el Dolor, pero lo contrario es el Miedo. Es decir, cuando cuando no estamos en el Amor estamos en el Miedo. ¡waooooo! Esto lo dejaremos para otra inspiración. Por ahora, regresemos al tema de la sombra y el Dolor.

Si al Amar corremos el riesgo de vivir el Dolor, nos quedan solo dos opciones. Una, no Amar. Dos, Amar sabiendo que corres el riesgo de encontrar Dolor, asumirlo y aprender a manejarlo para salir de allí.

Recuerdo muy claro el caso de una querida amiga que se había enamorado por internet. Si bien ellos se conocieron hace muchísimos años superficialmente, se reencontraron en facebook y comenzó la amistad y la seducción. Él vive en España, ella en Venezuela y una noche cenando juntos me cuenta todo su caso y experiencia y mi reacción inmediata fue de querer protegerla para evitarle el dolor que puede generar una relación por internet y sobre todo cuando me anunciaba su viaje próximo donde ella se vería de frente con el ser que estaba amando en la distancia. Ella fue una maestra para mi. Me dijo, en principio que apreciaba que la estuviera cuidando y protegiendo, pero que ella quería ir tras ese amor que estaba sintiendo. Quería darse el permiso de vivir la plenitud de una posible relación. Sabía que era riesgosa pero quería continuar en vez de soltar. Si lo suelto, ya entro en el dolor de soltarlo. Si sigo corro el riesgo de decepcionarme y doler pero también está el riesgo de vivir el amor. Y entonces yo le preguntaba ¿que haría con el dolor si hay decepción? Ella dijo: Aprenderé, buscaré maneras, técnicas para salir del dolor. Pero el miedo al dolor no debe privarme la posibilidad de amar.

Logras ver claramente ahora cómo es eso que el Dolor es la sombra del Amor?. En asuntos de amor de pareja y enamorados se logra ver mucho más fácil. Lo que me ocupa a mi en este momento contigo y en este blog, es como en relaciones entre personas que trabajan juntas y más aún en aquellas que tienen posición de liderazgo y de jefatura no hay facilidad de tener tratos amorosos, gentiles, afectuosos, sinceros, transparentes, auténticos, confiados, porque no terminamos de entender que esos son actos donde se asume vivir desde el amor y el dolor también.

Y como me mostró mi amiga, si amas corres el riesgo de vivir el dolor. Si no amas, ya estás en el dolor. Uffff que duro!

¿Con cuál te quedas?

  • No Amar y aparentar no dolerte no Amar
  • Amar corriendo el riesgo de Doler

También parece ser que no solo tenemos que aprender a Amar sino a manejar el dolor…
¿Qué cosas podemos hacer para superar el Dolor? ¿Qué haces tú?

Necesito de tus comentarios para seguir. ¿Te interesa el tema?

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Nos vemos pronto.